Planteamiento del problema
En Colombia cerca del 9% de los jóvenes tienen
conductas de riesgo que pueden desencadenar comportamientos como la bulimia y la anorexia.
"La más común es bulimia, seguido por los atracones
de comida y por último la anorexia, y ahí lo que encontramos es que en los
jóvenes los factores de riesgo como hacer dietas extremas, verse gordos así
estén delgados, vomitar después de comer, entre otros, van en aumento”, dijo
Gempeler.
Con respecto a los signos de riesgos que pueden alertar a los padres para identificar este tipo de trastornos en sus hijos, Gempeler explicó que se debe estar alerta ante "dietas repetitivas, cuando no quieren comer en familia ya que esto significa un riesgo para que los padres identifiquen un problema así como ver que a las niñas no les llega la menstruación y no piden en el mercado toallas higiénicas".
Los comportamientos de
riesgo frente a los TCA están creciendo. La Encuesta Nacional Nutricional hecha
en 2010 demostró que alrededor del 6,5 % de las personas en el país tomaban
píldoras para adelgazar, se habían sometido a dietas no prescritas, hacían
ejercicio de manera compulsiva o vomitaban para evitar ganar peso. Cinco años
después vimos la Encuesta de Salud Mental, donde apareció un aumento del 9,8 %
de estas conductas problemáticas.
Entre las medidas más importantes para disminuir el problema de trastornos alimenticios en los jóvenes está educarlos "para que comprendan que ser delgado no es sinónimo de belleza, para que eliminen los estereotipos del cuerpo y que se olviden de eso de que a los gorditos nadie los quiere".
Esto lleva a algunos jóvenes
a realizar conductas alimenticias extremas, a no tener una buena alimentación, a poner en riesgo su salud y su vida, entre otras cosas.
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